Icono del sitio Jose Ortiz Masllorens

El error que no se ve

En general cuando le preguntan a alguien “¿de qué te arrepentís en tu vida?”, la respuesta arranca con “no haber…”. No suelen hablar de los errores de lo realizado, sino de lo no realizado.

A mí me pasa lo mismo. Mis mayores remordimientos personales y profesionales son las oportunidades que no tomé. De las que hice y fallé, aprendí (y al menos las viví). En cambio, no puedo volver el tiempo atrás para hacer lo que no me animé en su momento. 

No es fácil sacarse de la cabeza el “¿Qué hubiese pasado si…?” 

El problema está en que el miedo al error y la incertidumbre de las consecuencias de una decisión grande nos paralizan. Una vez escuché a un ejecutivo muy importante decir: ojo que si el proyecto sale mal, nos van a culpar a nosotros; más allá de que tengamos un comité, el problema va a ser nuestro. Es difícil arriesgar con ese mindset.

Perderse una oportunidad puede ser mucho más doloroso y costoso que hacerla y equivocarse. Si Blockbuster hubiese arriesgado más, quizás no hubiese existido Netflix. Kodak podría haber sido Instagram. Mis mayores errores en MercadoLibre no fueron las transacciones que hicimos y no funcionaron; fueron las inversiones/adquisiciones que no hicimos y que se convirtieron en grandes empresas.

Lo mismo puede suceder en el plano personal. ¿Cómo dejar de pensar en el sueño que nunca te animaste a perseguir, la idea que nunca ejecutaste, el viaje que sigue siendo un anhelo, el abrazo que nunca diste o el perdón que sigue atragantado? ¿El sueño deportivo sigue siendo un sueño? ¿La idea te sigue comiendo la cabeza?

Michael Jordan dejó el básquet en el pico de su carrera para perseguir su sueño de jugar al baseball. Si semejante crack se animó a semejante locura, ¿por qué no podrías hacerlo vos? Messi deja atrás toda una vida en el Barcelona para cerrar su carrera en otro club y ciudad.

A veces pensar tanto una decisión es perjudicial; hace que nos quedemos donde estamos, petrificados por la incertidumbre, el miedo al error y el qué dirán. Después de un par de años vas a mirar la situación en perspectiva y posiblemente pienses: ¡¿Cómo no me mandé?!

La decisión que más duele en general es la que no se hace y que no se ve el resultado. La vida es una sola y hay que vivirla. Y para vivirla plenamente, hay que arriesgar. 

¡Éxitos y Conquistas!

PD: Después de más de 5 años en MercadoLibre, Agus, miembro clave de nuestro equipo, decidió tomar un nuevo rumbo, encarando un nuevo desafío personal y profesional, dejando atrás el status quo para embarcarse en lo desconocido. ¡Chapeau y te vamos a extrañar!

Para recibir por email los nuevos posts suscribite al blog acá.

Salir de la versión móvil