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Metaverso

Comienza otro año de este blog, y habiendo infinita información online, te quería agradecer por estar leyendo este post y los que hayas leído durante el 2021. No hay nada más lindo que conectar con las personas, y en tiempos de pandemia, el blog me ha permitido conectar con conocidos y desconocidos.

Uno de los grandes temas del 2021 ha sido el lanzamiento del Metaverso de Facebook: un universo virtual que nos permite crear una vida paralela a la nuestra mediante algún dispositivo. Invirtiendo algunos dólares y/o muchas horas de computadora, logramos crear y ser dueños de un personaje virtual extremadamente más cool, fit e inteligente que nosotros en la vida real. 

Para la desilusión de los fans del Metaverso, la vida real es la que vale y más allá de que crear un superhumano virtual nos pueda resultar atractivo, tenemos que hacernos cargo de nuestra vida. Por más intentos que hagamos, el dispositivo que usemos eventualmente se apaga, el Metaverso desaparece y volvemos a convivir con los mortales. Y los problemas reales no desaparecen; se agigantan. 

Lamentablemente, el Metaverso no es algo nuevo; ya existe y nos controla (y también es de Facebook). Estamos inmersos en el mismo y no nos damos cuenta (o no queremos darnos cuenta). Pasamos horas en las redes sociales viviendo la vida de otros. Cada vez que se nos presenta una experiencia única, el 90% del grupo presente lo vive a través del celular, subiendo historias a Instagram. Posteamos exclusivamente nuestras mejores fotos – y nos sacamos 100 para llegar a la obra maestra. Compramos seguidores para ser más populares, y aplicamos todo tipo de filtros y música para ocultar nuestros defectos y parecer más cool. 

Si esto no es el Metaverso, ¿entonces qué es?

Estamos viviendo un pico histórico de suicidios de adolescentes y si en vez de abrirnos al mundo real nos seguimos escondiendo detrás de una pantalla, mi presentimiento es que se va a poner cada vez peor. En vez de invertir tiempo y dinero en el mundo virtual, invirtamos tiempo y dinero en nosotros mismos. Hagamos deporte, arranquemos un proyecto, aprendamos algo nuevo. A pesar de que requiera más esfuerzo y tiempo que pagarle a Facebook, vamos a ser más felices. 

Ya arrancando el 2022, una nueva ola del COVID se dispara frenéticamente. Las vacunas lograron que las consecuencias sean leves y me ilusiona llegar a la inmunidad en manada y volver a una vida más presente y menos virtual. Mis mejores recuerdos del 2021 fueron los viajes, los momentos con familia y amigos, y los encuentros con compañeros de trabajo que aún no conocía en persona o no veía hace 2 años. Quiero vivir más de esto.

Para el 2022, brindo por más conexiones genuinas con amigos, familia y desconocidos. Brindo por más experiencias únicas, conversaciones profundas y abrazos. Brindo por menos horas frente a la pantalla, más reuniones presenciales y más charlas de pasillo. 

2022, te vamos a sacar el jugo, en persona. 

¡Éxitos y Conquistas!

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