La ilusión que me condena

Un ciclo educativo completo dura mínimo 16 años; primaria, secundaria y una carrera universitaria. Lionel nos está educando desde hace 17 (y ojalá le queden 3 años y medio más). 17 años de escuela que se hicieron inmortales en 120 minutos. 17 años de Lionel Messi educando con el ejemplo. 17 años siendo una persona; no un dios. 17 años que debutaron con una expulsión a los 45 segundos y ojalá ese hubiese sido su peor trago. Le quedaban 4 finales por perder. Le quedaban 17 años de bancarse que 45 millones lo comparen con Maradona, que lo tilden de pecho frío y de perdedor. “Lionel me debe”, decían algunos. La primera alegría tardó 16 años en llegar; un ciclo educativo completo. 16 años para festejar en un mundo de redes sociales que pretende la satisfacción inmediata. La Copa América en Brasil, en el Maracaná y contra Brasil fue una alegría pero no era suficiente; le pedíamos el mundial. ¿Cómo manejar esa expectativa? De la misma manera que lo hizo durante 17 años.

Armando un grupo extraordinario. Apoyando y respetando a un técnico que nunca había entrenado nada. Poniendo al equipo por sobre las individualidades. Fomentando que juegue el mejor y no su amigo. Incluyendo al Kun y a Lo Celso, que quedaron en el camino pero que fueron parte del proceso. 

Con un propósito claro, poniendo a los 45 millones de argentinos por sobre el equipo. 

Disfrutando del proceso. Con la humildad y el sacrificio como bandera. 

Superando adversidades. Capitalizando el error en aprendizaje. Superando el peor debut posible, y levantando el ánimo cuando partidos ganados como los de Holanda y Francia se nos escapaban de las manos.

Con fútbol. Hizo todo bien. Metió todos los goles importantes. TODOS. No ganamos por huevos. Ganamos con juego. La final fue una obra de arte. La selección dio cátedra durante 90% del partido y el fútbol es tan hermosamente ridículo que ese 90% casi se desvanece por un 10% de errores.

Gracias Lionel.

Gracias por 17 años de enseñanza. Gracias por unir a un país con tanta grieta. Gracias por inflarnos el pecho en uno de los peores momentos de nuestra historia. Gracias por mostrarnos un camino distinto y demostrar que se puede.

Gracias por regalarnos esta oportunidad histórica para reflexionar como argentinos. Ojalá aprendamos y que tu legado sea eterno. Ojalá que el resto de los argentinos comparta esta ilusión. Siempre dije que la ilusión de cambiar a la Argentina era ridícula. Que nuestra cultura nos condena. Pero eso se terminó. Hoy me vuelvo a ilusionar. Ya ganamos la tercera. Ya somos campeón mundial. Muchachos, muchas gracias por este mundial. Nos mostraron el camino. Nos volvieron a ilusionar. Y Leo, para siempre te vamos a agradecer, esta alegría y esta fiesta, que nadie más podrá entender. (Volvé a leerlo y cantalo; ya sabés la canción).

¡Éxitos y Conquistas!

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5 comentarios sobre “La ilusión que me condena

  1. Soy team Messi juegee para el país que juegue… o para el planeta que juegue. Siendo el mejor jugado del mundo emociona más por su persona que por su fútbol. Aplaudo de pie. Un mundo entero deseando que este chico cumpla su sueño. Eso es tener poder.

  2. Tal cual todo !
    Gracias por compartir tus pensamientos. Ojalá seguir leyéndote al menos 17 años más !
    Éxitos y conquistas Coach ! ❤️

  3. Well said, Jose! Congratulations to Argentina! Even when your team defeated the teams I was cheering for, I have been so happy for my many Argentine friends and the millions of Argentines that I have never met. And if this could spark the beginning of an economic recovery, that would be even better…

  4. Muy buena analogía Jo! Impresionante el equipo y su inmenso capitán, nuestro superheroe Lionel Messi. Gracias por está alegría colectiva que nos regalaron a los argentinos que será eterna

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