Icono del sitio Jose Ortiz Masllorens

Ser choto garpa

Primer cumpleaños de primer grado. Salimos del colegio y nos vamos a las canchas de fútbol. Conozco a solo 5 chicos de 70. Arranca el armado de equipos. Cumpleañero 1 elige al primero para su equipo. Elige al mejor. Luego es el turno del cumpleañero 2, que elige al segundo mejor. Seguirán así hasta que no quede nadie por elegir. Pasan los turnos y yo sigo sentado. Miro alrededor y quedamos 10. Empiezo a transpirar. ¡Por favor que no me elijan último! Cumpleañero 1 me apunta. Me levanto triunfante. Empiezo a caminar sin notar que me hace señas y me grita: “Vos no; el de atrás”. Pico de estrés. Me pongo rojo como un tomate y me vuelvo a sentar. Me eligen anteúltimo. Safé.

¿Te pasó algo parecido? ¿Te sentiste y/o fuiste el peor en algo? Es grave, sí, pero el verdadero drama es escondernos y no participar. Para ser el más choto, prefiero quedarme en mi casa. No caigamos en la trampa del miedo al qué dirán; ser el más choto tiene muchas ventajas:

  1. Es la mejor escuela para mejorar. Es hostil pero efectivo. Al estar rodeado de personas mejores, empezás a absorber casi que por ósmosis sus palabras, movimientos y hábitos. Es cuestión de querer mejorar y estar atento 
  1. Resiliencia. Lo que no te mata hoy, te va a querer matar mañana. Hay que hacerse cargo más temprano que tarde que para ganar hay que entrenar y fallar mucho. Hay mucho talentoso que queda en el camino por no tener resiliencia; el mejor jugador de rugby de mi club era chotísimo de chico 
  1. Al choto lo subestiman y al subestimarlo le dan ventaja. Gandhi dijo: primero te ignoran, luego se ríen de ti, luego te atacan, y luego ganas. Al subestimarte podés construir capacidades sin ser notado y se dan cuenta que mejoraste cuando ya ganaste. ¿Nos ayudó el hecho de que pocos conocían a Enzo Fernández y al Colo Mac Allister antes del mundial? Yo creo que sí
  1. Creatividad. La búsqueda de ser mejor incentiva a innovar y a tomar riesgos. Dado que soy el choto, puedo probar cosas nuevas. Si fallo, seguiré siendo el choto
  1. Empatía x2. Si te ven rompiéndote el lomo para mejorar, probablemente algún “crack” se identifique con tu causa, te ponga bajo su ala y te ayude. Por otro lado, serás más empático con personas transitando situaciones iguales o peores a las tuyas, y comprenderlos y ayudarlos te llenará el alma 

Hay personas que pagan por ser el más choto. El Polo tiene dos deportes: con y sin patrón. El patrón contrata jugadores para que jueguen con él. Es como ser el dueño de River, sacarlo a Enzo y jugar de 5. La diferencia de nivel entre el Patrón y el jugador profesional es tal que pasa a ser un deporte de 3 vs 3 en vez de 4 vs 4; “son malísimos, ¿no les da vergüenza?”, dicen muchos. El patrón disfruta como nadie. Es el espectador más VIP que pueda existir. ¿Qué mejor que estar dentro del partido, pasarle la pelota a Messi y tratar de marcarlo a Neymar?

Seamos Patrones. Disfrutemos de que nos elijan últimos. Ser el peor hoy no es ni una sentencia definitiva sobre nuestra capacidad actual ni una condena a ser choto por siempre. Es una etapa transitoria repleta de anécdotas. Nadie que mira para atrás se acuerda de las películas de Netflix que vio. Sí se acuerda de las batallas que dio. Ser el más choto se puede sufrir o disfrutar. Es una decisión. 

¡Éxitos y Conquistas!

Para recibir por email los nuevos posts suscribite al blog acá 

Salir de la versión móvil