Es por acá

Messi debutó en la selección Argentina en el 2005. Tuvieron que pasar 16 años, 151 partidos y 5 finales para levantar la primera copa con el seleccionado mayor.

Los Argentinos tenemos una cultura futbolera exitista. Si no ganás, te matan. Lamentablemente, esa mentalidad repercute más allá del fútbol y se impregna en la vida de jóvenes y adultos. Vemos cómo se le pega a Messi hace 16 años por no haber ganado un título, y muchos, consciente o inconscientemente, piensan: si le pegan a Messi así ¡¿qué dirán de mí?!

Vivimos con miedo al error, a estar equivocados, a que nos juzguen, a que nos sancionen. El error nos toca el ego, lo tomamos personal y nos paraliza frente a decisiones difíciles. 

Por otro lado, estamos acostumbrados a pensar en el corto plazo y buscamos la satisfacción inmediata. Ni hablar de que admiramos la trampa, el atajo y al patotero; decimos que a Del Potro y a Messi les falta sangre. 

Malcolm Gladwell en su libro Outliers habla de las horas de práctica como condición necesaria para lograr el éxito. En el capítulo 10,000 Horas narra como Bill Gates y The Beatles trabajaron miles de horas antes de convertirse en lo que hoy conocemos.

Ojalá que el ejemplo de Messi nos ayude a mejorar como sociedad y como individuos. El ejemplo que nos deja no pasa por ganar; pasa por entrenar duro, por ser honestos, por ser fair play y dejar todo en la cancha. El título ayuda a convencer a los incrédulos. Ojalá aprendamos que el bueno y el correcto puede ser ídolo más allá de los resultados; el ventajita no es el camino a seguir. Ojalá que el gesto de Neymar hacia Messi prime por sobre los insultos de Dibu Martinez hacia los pateadores colombianos. 

El esfuerzo y la humildad no sólo son el camino a seguir, si no que también garpa. ¡Grande Lionel!

¡Éxitos y Conquistas!

PD: Dedicado a David, Hugo y a los que necesitaban una victoria para coronarlo; se perdieron 16 años de disfrutarlo

PD2: Gracias Mark por la foto

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