Preguntas abiertas

¿Cómo estás? vs. ¿Estás bien?

¿Cómo te fue? vs. ¿La pasaste bien?

¿Qué pensás? vs. ¿Estás de acuerdo? 

¿Cuál te gusta más? vs. ¿No es mejor esta?

Creo que el punto está claro. Muchas veces inconscientemente (o no), sesgamos la pregunta para evitar recibir una respuesta que no nos pueda gustar o para influenciar la respuesta hacia lo que nos gustaría escuchar. 

Si querés escuchar la respuesta real tenés que hacerle frente al miedo de lo que puede volver, sin condicionar la respuesta, y la pregunta abierta es la mejor manera de arrancar.

Bancate el vértigo. Tengamos conversaciones más sinceras. 

¡Éxitos y Conquistas!

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