Excusas, excusas, excusas

Me costó mucho volver a escribir. Mucho trabajo, preparar el curso, mejorar el formato de este email (sigo fallando), planear un viaje… 

Excusas, excusas, excusas.

Esta semana leí Vida de un culo inquieto y El pibe que arruinaba las fotos (dos MUY buenos libros que recomiendo). Ana y Hernán, sus respectivos autores, son dos personas que lucharon contra viento y marea para encontrarse a sí mismos, entender qué querían hacer de sus vidas y perseguir sus sueños. Ambos salieron de ciudades pequeñas con círculos sociales muy conservadores que les cortaban las alas y les repetían constantemente que lo que querían hacer era imposible. Más allá de sus historias inspiradoras, destaco que a ambos les costó exponerse y sufrieron mucho en los momentos en que no podían crear sus obras “porque no estaban inspirados”. Los dos hicieron el click en su carrera cuando lograron ser consistentes y empezaron a manejar sus tiempos; cuando se acabaron las excusas y se hicieron cargo. 

“Semana que viene”, “Unos mates y arranco”, “No estoy listo todavía”, “Lo estamos madurando”. Excusas, excusas, excusas.

La hoja en blanco da abismo, pero lo mejor es encararla con tiempo y ser consistente. Espero poder incorporar nuevamente el hábito de escribir en lo que queda del año.

¿A vos qué te gustaría hacer? ¿Qué venís postergando?

¡Éxitos y conquistas!

PD: Gracias Minu y Lola por los libros 🙂

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Cerebro de Lagartija

Seth Godin es uno de mis escritores preferidos. Su blog es una fuente de inspiración y sus libros son extraordinarios para todo aquel que quiera emprender, difundir ideas y generar impacto. 

De los libros de Seth que leí, Linchpin es el que más me gustó y el que más recuerdo en mi día a día cuando me ataca el “cerebro de lagartija”. El cerebro de lagartija es la resistencia y el miedo a hacer; es la voz interna que te dice: “el lunes arranco”, “un cafecito y empiezo”, “mejor la semana que viene”, “con este clima es imposible” y todo tipo de excusa para no sentarse y hacer.

Según el libro, un Linchpin es aquella persona que encuentra la manera de ejecutar algo cuando no hay un proceso o una guía. Linchpin tiene la capacidad de hacerse cargo del problema y de enfrentarlo, y no se deja ganar por el cerebro de lagartija. Los Linchpin son personas que sorprenden y desafían a sus jefes, pares, proveedores y clientes; aman su trabajo, ponen lo mejor de sí y se presentan al partido todos los días consistentemente. Ser Linchpin es una decisión propia ¿por qué no decidir serlo?

1 año de excusas demoraron este blog. ¿Tenés un proyecto entre manos que venís postergando porque siempre hay una excusa para no hacerlo? Ponete una fecha ya y forzate a arrancar. 

¡Éxitos y conquistas!