Excusas, excusas, excusas

Me costó mucho volver a escribir. Mucho trabajo, preparar el curso, mejorar el formato de este email (sigo fallando), planear un viaje… 

Excusas, excusas, excusas.

Esta semana leí Vida de un culo inquieto y El pibe que arruinaba las fotos (dos MUY buenos libros que recomiendo). Ana y Hernán, sus respectivos autores, son dos personas que lucharon contra viento y marea para encontrarse a sí mismos, entender qué querían hacer de sus vidas y perseguir sus sueños. Ambos salieron de ciudades pequeñas con círculos sociales muy conservadores que les cortaban las alas y les repetían constantemente que lo que querían hacer era imposible. Más allá de sus historias inspiradoras, destaco que a ambos les costó exponerse y sufrieron mucho en los momentos en que no podían crear sus obras “porque no estaban inspirados”. Los dos hicieron el click en su carrera cuando lograron ser consistentes y empezaron a manejar sus tiempos; cuando se acabaron las excusas y se hicieron cargo. 

“Semana que viene”, “Unos mates y arranco”, “No estoy listo todavía”, “Lo estamos madurando”. Excusas, excusas, excusas.

La hoja en blanco da abismo, pero lo mejor es encararla con tiempo y ser consistente. Espero poder incorporar nuevamente el hábito de escribir en lo que queda del año.

¿A vos qué te gustaría hacer? ¿Qué venís postergando?

¡Éxitos y conquistas!

PD: Gracias Minu y Lola por los libros 🙂

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